El ecofeminismo denuncia como los límites ecológicos quedan fuera de la economía capitalista y del patriarcado. Asimismo, el ecofeminismo apela a una justicia ecosocial entendiendo que las lógicas de crecimiento capitalista no son compatibles con la creación de un mundo sostenible y justo en el que la naturaleza no es un objeto de explotación. Para Vandana Shiva, “el proceso económico y político del subdesarrollo colonial lleva la marca clara del moderno patriarcado occidental y, si bien numerosas mujeres y hombres resultaron empobrecidos por el proceso, las mujeres tendieron a perder más” (1988, p.31)
El ecofeminismo pone la vida en el centro. Y la vida humana es una vida interdependiente que transcurre encarnada en nuestros cuerpos, cuerpos vulnerables y finitos, que tienen que ser cuidados y atendidos. Para Yayo Herrero, “El sostenimiento de la vida es un hecho intencional. Es un trabajo. La vida no se sostiene sola.” (en Mitos de un futuro próximo, editado por TEA, p. 234)
Queremos señalar que algunas compañeras en América Latina prefieren el término feminismos territoriales al término ecofeminismo.